martes, 12 de julio de 2016

Reloj de Vapor: Hábitos y Motivaciones

Los protagonistas de una cronica de Reloj de Vapor se componen de multiples elementos: Atributos y Habilidades que determinan lo que son capaces de hacer; Ventajas y Desventajas que los hacen especiales a su manera; Hábitos y Motivaciones que moldean su comportamiento, y Gestas que marcan su horizonte.

Hoy daremos un vistado a dos de ellos, los Hábitos y las Motivaciones.

Hábitos

Los hábitos son formas de actuar que te identifican, acciones que ejecutas automáticamente sin siquiera tener que pensarlo. Pueden ser el fruto de un duro entrenamiento, una rutina que has desarrollado con los años, o una costumbre que te fue inculcada desde pequeño. Es algo sobre lo que no tienes control; sea un buen o mal hábito, este ocurre siempre que las condiciones apropiadas se den, a veces siéndote de utilidad, otras complicándote el día.

Adquirir Hábitos

Durante la etapa de creación, debes idear dos hábitos particulares que te identifiquen. Para esto, formula una frase que describa una manera de actuar, reaccionar o ser, y las circunstancias que la gatillan. Por ejemplo, si eres un alcohólico empedernido, uno de tus hábitos podría ser “Bebo alcohol siempre que está disponible”, mientras que si tienes un profundo odio hacia las clases acomodadas, tu otro hábito podría ser ”Siempre que me cruzo con un aristócrata, le escupo a los pies”.

Puedes ser tan amplio o específico como desees; un hábito incluso puede ser algo permanente, como “Siempre llevo un arma escondida” o “Nunca olvido estar perfumado”. Si tu hábito hace referencia a un objeto particular -como en el ejemplo del arma-, conversa los detalles con el Cronista.

Aun cuando no hay restricciones concretas al crear un hábito, la discreción del Cronista siempre prima a la hora de permitirlos o no. A diferencia de las características, un hábito no te puede otorgar beneficios ni problemas que sobrepasen lo mundano, ni te pueden permitir realizar acciones que en condiciones normales no te serían razonables; hábitos como “Saco fuerzas de flaquezas al ver sufrir a mis amigos” o “Mi visión se hace más aguda cuando estoy tras mi presa” no serían apropiados. Asimismo, los hábitos deben representar maneras de actuar o ser, nunca condiciones que te afecten. Por ejemplo, “Siempre que huelo flores estornudo” o “No tolero más de dos copas antes de quedarme dormido” no serían hábitos adecuados, dado que reflejan reacciones de tu cuerpo y no un rasgo de tu personalidad, instintos o costumbres; “Rehuyo de las flores siempre que las veo” o “Nunca acepto una copa”, en cambio, serían perfectamente válidos.

Cambiar Hábitos

Una vez elegidos tus hábitos, la única manera de cambiarlos es concluir una gesta y, en ese momento, gastar 1 punto de gesta (solo necesitas gastar 1 punto para cambiar uno o ambos hábitos, pero debes decidir cuales en ese momento). Adicionalmente, debes cumplir al menos una de dos condiciones: Tus acciones en la conclusión de la gesta fueron más consistentes con el nuevo hábito que buscas adquirir que con aquel que deseas eliminar, o has suprimido el hábito que deseas eliminar cuando menos una vez en las últimas dos sesiones (incluida aquella en que has concluido la gesta). Adicionalmente, recibes 3 puntos de peligro por cada hábito que cambies. Solo puedes efectuar esto si concluyes la gesta, no si la abandonas.

Gatillar Hábitos

Los hábitos se gatillan siempre que las condiciones que has especificado para que ocurran se den. Si esto te fuera a meter en problemas, el Cronista te otorgará 1 punto de historia. Por ejemplo, “Siempre llevo un arma escondida” puede salvarte la vida al ser emboscado en un tren, o meterte en serios problemas si te encuentras en una audiencia ante el gobernador y uno de sus guardias nota que vas armado. En el primer caso, la recompensa está en el propio efecto del hábito (tienes un arma en el momento en que más la necesitas), mientras que en el segundo está en el punto de historia que recibes (ademas de en la interesante situación que acaba de introducir a la crónica).

Ahora bien, quizá habrá ocasiones en que realmente no deseas que uno de tus hábitos te cause problemas. Cuando se vaya a gatillar un hábito, puedes suprimir su efecto sumándote 1 punto de peligro (no recibes puntos de historia en este caso). No puedes suprimir un hábito si te encuentras sobre tu segundo límite de peligro.

Motivaciones

Las motivaciones representan aquello que impulsa tus deseos, acciones y necesidades más que ninguna otra cosa; son aquellos códigos y convicciones que otorgan especial carisma a tu manera de ser y pensar. No son buenas ni malas; tal como una motivación puede nacer de un férreo principio moral, también puede ser el resultado de una experiencia traumática o de un simple interés egoísta. De donde provienen y qué justifica tus motivaciones es tu decisión; quizá ni siquiera sepas del todo bien por que algo te mueve de la forma que lo hace, y eso es perfectamente aceptable.

Las motivaciones te otorgan beneficios especiales en circunstancias en que el objetivo de tus acciones apunte en la misma dirección que ellas. Por ejemplo, intentar escapar con la hija del gobernador se condice con una motivación de Romance; tratar de apaciguar a un grupo de temerosos refugiados con la palabra de Dios va de la mano con una motivación de Fe, y luchar a mano limpia contra un tigre de Bengala para asegurarte que tus amigos puedan escapar es una clara expresión de una motivación de Sacrificio. En casos como aquellos, poseer la motivación adecuada te puede ayudar a salir airoso, sea ya por que has sacado fuerzas de flaquezas o por que la desesperación por no perder la oportunidad te ha dado alas.

Es importante considerar que las motivaciones no son objetivos o metas específicos; aquello lo cubren las gestas, que veremos más adelante en este capítulo. Más bien, una motivación representa el tipo de objetivo y metas que te mueven, y por lo tanto se pueden aplicar a múltiples circunstancias. Así, una motivación de Conocimiento puede llevarte tanto a desentrañar los secretos de un antiguo texto como a estudiar una nueva teoría científica, mientras que una de Tradición puede ayudarte tanto a proteger un valioso símbolo patrio como a convencer a una audiencia de lo peligroso que sería derrocar a la monarquía.

Adquirir Motivaciones

Tal como se señala en el Capítulo I, debes elegir 2 motivaciones durante el proceso de creación. Las motivaciones se encuentran listadas a partir de la página 40.

Una vez elegidas tus motivaciones, la única manera de cambiarlas es concluir una gesta y, en ese momento, gastar 1 punto de gesta (solo necesitas gastar 1 punto para cambiar una o ambas motivaciones, pero debes decidir cuales en ese momento). Adicionalmente, debes cumplir al menos una de dos condiciones: Tus acciones en la conclusión de la gesta fueron más consistentes con la nueva motivación que buscas adquirir que con aquella que deseas eliminar, o no has activado la motivación que deseas eliminar en, al menos, las últimas dos sesiones (incluida aquella en que has concluido la gesta). Adicionalmente, recibes 3 puntos de peligro por cada motivación que cambies. Solo puedes efectuar esto si concluyes la gesta, no si la abandonas.

Ejemplo: Has concluido una gesta, consistente en un Testamento Extravagante. Sin embargo, al concluirla decidiste regalar tu herencia a los sirvientes de tu familia en lugar de quedarte con ella, actuando directamente en contra de tu motivación de Fortuna. Si deseases cambiarla, este sería el momento perfecto, costándote 1 punto de gesta y dándote 3 puntos de peligro.

Activar una Motivación

Cada vez que te enfrentes a un desafío, si tu objetivo se condice con una de tus motivaciones, puedes activarla para obtener uno de los siguientes beneficios:

  • Inspiración: Actuar de acuerdo a tus motivaciones te recuerda aquello que realmente aprecias y te da significado. Si tomas esta opción, puedes inmediatamente remover 1 punto de peligro de tu reserva.
  • Esfuerzo Excepcional: Aquello que te motiva te impulsa a dar lo mejor -o peor- de ti con tal de conseguirlo. Si tomas esta opción, puedes sumar 1 dado diurno a la tirada. Sin embargo, también recibes 1 punto de peligro; el mismo ahínco que te empuja algún día puede llevarte demasiado lejos.
Cuando corresponde activar una motivación es algo que debes conversar con el Cronista, aunque hay circunstancias más evidentes que otras. Como regla general, si puedes dar un argumento sencillo y directo en unas pocas palabras, deberías poder activarla, mientras que si debes justificar el por que un determinado curso de acción se condice con una motivación, probablemente no. Por ejemplo, “Inspeccionar los documentos del juez me ayudaría a destapar su corrupción” sería un argumento razonable para activar Justicia en un desafío para dar con evidencia del mal actuar del funcionario, pero usar ese argumento para activar Gallardía “por que nadie más se atrevería a hacerlo” probablemente sea demasiado indirecto. Por supuesto, esto depende del contexto (quizá el juez sea temido por todo el mundo y precisamente no han podido investigarlo por el miedo que provoca, en cuyo caso quizá Gallardía no sea tan indirecto después de todo), por lo que la decisión final la tiene el Cronista.

Obsesiones

Las obsesiones son el lado tormentoso de las motivaciones, el resultado de dejarse llevar por ellas y no medir las consecuencias. Toda motivación, sin importar que tan noble sea su origen, puede desarrollarse en una obsesión; las lecciones de mujeres y hombres de buena voluntad que han acabado por causar daño al verse cegados por sus convicciones abundan en todas las culturas.

Una obsesión entra en efecto si realizas un esfuerzo excepcional cuando te encuentras sobre tu primer límite de peligro (ver Capítulo VI) o si al recibir el punto de peligro por efectuarlo tu reserva iguala o supera dicho límite. Aun puedes sumar el dado diurno a la tirada, pero desde ese momento en adelante, te verás sujeto a tu obsesión hasta que una de tres cosas ocurran: 
  1. Reduzcas tus puntos de peligro bajo tu primer límite.
  2. Sacies tu obsesión (o esta se vuelva imposible de saciar).
  3. Seas contundentemente impedido de continuar.
Adicionalmente, si el caso corresponde, puedes activar tu segunda motivación para intentar contrarrestar los efectos de una obsesión. Considera, sin embargo, que esto probablemente active la obsesión respectiva, lo que te colocaría en un conflicto (ver Múltiples Obsesiones, más abajo) o, si no eres cuidadoso, empeorar las cosas. Esto no cancela la primera obsesión, pero te otorga un cierto grado de control sobre la situación.

Las obsesiones se encuentran explicadas bajo la motivación respectiva.

Efectos de una Obsesión

Una obsesión te compele a satisfacerla, colocando aquel objetivo en tu mira y dejando todo lo demás en un segundo plano. Como exactamente debes actuar depende de que cosa gatilló la obsesión en primer lugar, lo que queda determinado por la razón que te llevó a activar la motivación relacionada. Por ejemplo, si activas tu motivación de Gloria para cargar contra tropas enemigas y esto gatilla tu obsesión, el Cronista podría indicarte que experimentas un frenesí sangriento que te nubla la vista, suprimiendo tus inhibiciones e incitándote a acabar con la vida de cualquier soldado del otro bando que se te cruce, sin dejar espacio para la misericordia, lo que solo acabará cuando ya no quede a quien más matar (al satisfacer tu obsesión), logres controlar tus impulsos (al reducir tu reserva de peligro), o seas abatido por una bala o el cansancio, o quizá por acción de tus propios aliados (impedido de continuar). 

Esto no quiere decir que el Cronista toma control de tus acciones; las decisiones siguen viniendo de ti, pero teniendo en cuenta que debes interpretar apropiadamente los efectos de la obsesión. Si lo haces, el Cronista te premiará con 1 o más puntos de historia (dependiendo de que tan dramática sea la situación y que tantos problemas te cause la obsesión), además de restarte puntos de peligro. ¡No dejes pasar la gran oportunidad de desarrollar y explorar las complejidades de tu protagonista que otorgan las obsesiones!

Actuar de acuerdo a una obsesión implica colocarla en el primer lugar de tu lista de prioridades, además de impulsarte a tomar acciones que normalmente te parecerían extremas, peligrosas, desconsideradas o incluso crueles, dependiendo del caso. Empero, no quiere decir que perseguir tu obsesión sea lo único que puedes hacer; una obsesión de Justicia que te lleve a seguirle el rastro a un violento criminal puedes compatibilizarla con otras actividades -como ayudar a tus compañeros-, siempre y cuando estas no interrumpan substancialmente ni vayan en contra de tu objetivo.

A veces las obsesiones son asuntos cortos y que puedes saciar con relativa rapidez. Por ejemplo, si tu obsesión de Fortuna te lleva a insistir en sacar esa pepita de oro gigante incluso mientras la mina se inunda, eso es algo que puede concluir en un tiempo relativamente corto; serás un hombre muy rico o muy muerto unos cuantos minutos después, en cualquier caso. En cambio, si aquella misma obsesión estuviese asociada a cruzar toda una selva infestada de bestias con tal de encontrar un tesoro perdido, satisfacerla podría tomar bastante más tiempo (quizá el suficiente para que logres controlarte por otros medios).

La inspiración suele ser tu principal herramienta para intentar controlar una obsesión, permitiéndote recordar quien eres y por que haces lo que haces. Esto, pues dado que tus acciones tenderán a alinearse constantemente con tu motivación desatada, tendrás múltiples oportunidades para activarla. Por supuesto, ¡quizá satisfacer tu obsesión sea precisamente lo que quieres, en cuyo caso podrías preferir aprovechar esas oportunidades para sumar dados diurnos a tus tiradas! Solo ten cuidado de que tu obsesión no se convierta en tu epitafio, pues el riesgo crece de la mano con tu reserva de peligro.

Múltiples Obsesiones: Si activas más de una motivación estando sobre tu primer límite de peligro, se gatillan las respectivas obsesiones. Dependiendo de la situación, esto puede ayudarte a contrarrestar los efectos de la primera, al otorgarte una segunda opción. Dado que la segunda obsesión te compele tanto como la primera, puedes elegir por cual de las dos dejarte llevar; esto no necesariamente es algo bueno, pero elegir la opción menos terrible puede ser mejor que hacer nada al respecto. Por ejemplo, si tu obsesión por la Gloria te está llevando por una vía temerariamente suicida, tu motivación por el Deber podría, al gatillar su obsesión, impulsarte a seguir las ordenes de tus oficiales incluso en contra de tus propios intereses, sirviendo como un muro de contención. 

Listado de Motivaciones

Aventura
Tu lugar está en los bordes de los mapas, ahí donde criaturas jamás vistas por el hombre caminan libremente y antiguas civilizaciones esperan a ser desenterradas. 
Obsesión: Y serán desenterradas, cueste lo que cueste. ¡Deberán traer el doble de guerreros la próxima vez si desean detener esta excavación!

Civilización
Buscas llevar a los desafortunados salvajes de todo el mundo la gloriosa luz de la civilización. Educación, trenes, comida caliente… ¡ropa! Tú sabes mejor que ellos lo que realmente necesitan.
Obsesión: Y con toda razón que lo sabes, si se trata de poco más que una jauría de animales. Estas pobres almas harían bien aprendiendo algo de sus superiores.

Conocimiento
Sabes que hay mucho que aun no sabes, y estás interesado en solucionar aquel contratiempo. Misterios antiguos y secretos científicos te llaman como el fuego a un insecto. Solo ten cuidado de no quemarte.
Obsesión: Pero vamos, un poco de calor no le hace mal a nadie. ¿Qué podría pasar? Es tan solo un libro… ¿no?

Deber
Has jurado lealtad, y harás lo que sea por cumplir con tu deber. Tu realización yace en llevar a buen término tu labor.
Obsesión: Por lo mismo, jamás has de discutir una orden. Si te han dicho que avances sin detenerte, es porque claramente el enemigo ha sido total e incuestionablemente aniquilado y no hay razón alguna para temer.

Deleite
Experimentar todos los placeres que la vida tiene para ofrecer es tu máxima; no se trata de meramente entretenerse, sino que de descubrir nuevas sensaciones.
Obsesión: Ocurre que, de cuando en vez, hay experiencias que son simplemente demasiado sublimes como para dejar de disfrutarlas. Seguramente los guardias del Sultán tardarán un buen rato en llegar; no hay razón para salir de su maravilloso baño de vapores todavía.

Fama 
Ansías volverte reconocido de California a Indonesia, tu nombre volviéndose sinónimo del éxito.
Obsesión: Hablar de ti es la mejor actividad que puedes imaginar y siempre has de procurar que todos tengan aquello más que claro. Y si no lo ven de esa manera, pues quizás no merecen tu atención.

Fe
Crees en algo superior a ti, y crees que tienes la responsabilidad de dar a conocer las buenas nuevas a quienes te rodean.
Obsesión: Lamentablemente, no todos saben lo mucho que necesitan la salvación. Y si ellos no lo hacen, tú lo harás por ellos.

Fortuna
El éxito de un hombre se puede medir por el peso de su billetera, el tamaño de su hogar y la estampa de sus purasangres. Tú quieres esa clase de vida, y trabajarás incansablemente por conseguirla.
Obsesión: Harás lo que sea por ello. Darías todo lo que tienes, solo por tener un poco más. Y quizás algo de lo que tienen los demás…

Gallardía
Llevas el coraje a otro nivel. No importa de quien se trate, si estás ahí para salvarlo, correrás por fuego y cocodrilos con tal de hacerlo. 
Obsesión: El problema es que a veces olvidas que no sabes volar y que aun no has desarrollado inmunidad a las balas. ¿Adicto al peligro? Pamplinas. ¡El peligro es adicto a ti!

Gentileza
La figura del Caballero representa para ti todo lo que es bueno y deseable, y nunca dejas pasar una oportunidad para demostrarlo. Que jamás quede un charco sin cubrir por tu chaqueta ni un cuchillo a la izquierda de un tenedor. 
Obsesión: La falta de atención y esmero te descolocan, llevándote a tomar decisiones apresuradas y quizá un tanto exageradas. ¿Osa mirar lascivamente a la Condesa? ¡Pues habrá que batirnos!

Gloria
Los verdaderos héroes se forjan en el campo de batalla. No se trata solo de ganar, sino de cómo se gana. Una victoria debe ser aplastante. Es la única manera de mantener la paz.
Obsesión: Lo que implica que de vez en cuando alguien tiene que ensuciarse las manos. Todo se permite en el amor y en la guerra. Especialmente en la guerra. 

Honor
Ajustas tu vida a preceptos que te llevan a tratar a tus enemigos con el mismo respeto que se merecen tus aliados. La trampa y el engaño son juego de cobardes. Tú siempre atacas por el frente.
Obsesión: Hay quienes dicen que sueles llevar el honor demasiado lejos, pecando de iluso, pero eso es porque ellos no son lo suficientemente íntegros.

Inventiva
Crear nuevas maneras para solucionar los problemas es una de tus especialidades. Mientras más inusual sea la aplicación que logres darle a uno de tus inventos, más realizado te sentirás. 
Obsesión: Después de todo, nada puede salir mal. Tus inventos jamás fallan; solo operan de maneras inesperadamente creativas. Y que te parta un rayo si dejas de intentarlo solo porque la caldera está haciendo más ruido del usual.

Justicia
Luchas por terminar con los favoritismos y las exclusiones antojadizas. Todos merecen las mismas condiciones y oportunidades.
Obsesión: Por lo mismo, no hay espacio para la misericordia o las mentiras blancas en el alma de un justiciero. Jamás perdonas una traición o dejas un insulto sin exigir restitución. 

Libertad
La autodeterminación es, para ti, el primero de los derechos, sin el cual nada tiene valor ni sentido. ¿De que sirve una vida sin la capacidad de decidir como gastarla o malgastarla? Conseguir y asegurar tu libertad y la del resto es un fin que te guía en todo lo que haces.
Obsesión: ¿Y con que derecho vienen, entonces, a decirte que es lo que tienes que hacer? Harás las cosas cuando y como quieras, no cuando y como te lo ordenen. Y si no les gusta, pues tienen toda la libertad de irse al demonio.

Perfeccionamiento
Todo lo que has hecho en tu vida ha sido en pos del mismo objetivo: Mejorar. Cada paso que das debe ser más seguro que el anterior, cada palabra que dices más sabia. De cada reto se puede sacar una lección, y solo aquellos preparados para recibirla aprenderán de ella.
Obsesión: La vía a la perfección requiere sacrificios y despojos; hay simplemente demasiadas superficialidades en esta vida como para perder el tiempo en ellas. Mientras algo te sea útil para mejorar, bienvenido. Pero sabes que tarde o temprano tendrás que dejarlo de lado y avanzar, aun cuando te acusen de egoísta y falto de compromiso.

Poder
Hay quienes nacen para liderar, y tú sabes con certeza que eres uno de aquellos. Tomar la iniciativa es tu estilo, y todos pueden depender de ti, ya que sabes lo que hay que hacer. Estar a cargo es para lo que estás hecho.
Obsesión: Un líder nunca deja que otros hablen por él. Tú no te equivocas, y tampoco sigues a nadie. Si no puedes hacerlo, entonces claramente nadie más podrá.

Romance
Conquistar es un arte en el que estás particularmente versado. Tienes las habilidades para ello y ponerlas a prueba es un deporte que disfrutas inmensamente.
Obsesión: No puedes evitar utilizar tus encantos cada vez que se presenta la oportunidad, aun cuando te puedas meter en serios problemas por ir demasiado lejos. ¿Y qué si está casada? Cuanto mayor el desafío, más dulce la victoria.

Sacrificio
Tu familia, tus amigos, tu rey o tu dios, nada es más importante para ti que ellos, ni siquiera tu propia vida. Mantenerlos seguros y con su dignidad intacta priman por sobre todo lo demás.
Obsesión: No te lo piensas dos veces; si debes morir horriblemente en el intento, pues que así sea. Pero preferirías ese destino antes de vivir sabiendo que podrías haber hecho más.

Tradición
Otorgas gran valor a las costumbres, las lecciones forjadas por siglos de experiencia. No se trata meramente de recordar los rituales, códigos y estructuras tradicionales; hay que vivirlas y mantenerlas presentes, pues estas otorgan identidad, estabilidad y confianza. Un hombre se construye sobre la base de aquellos que vinieron antes que el, y olvidar de donde se viene es la mejor manera de llegar a ninguna parte.
Obsesión: Después de todo, las cosas han andado bien, ¿así que por que cambiarlas? Si fue bueno ayer, será bueno hoy y ciertamente lo seguirá siendo mañana. Rehuyes del cambio y desconfías de la innovación. Que te griten reaccionario todo lo que quieran, pero aquí alguien tiene que mantener la cabeza despejada entre tanta locura libertina.

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. ¡Muchas gracias! Pronto espero poder lanzar al publico un beta para poder ver que tal se desempeña el sistema.

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