El sábado recién pasado tuve la oportunidad de probar el juego de mesa República de Roma, que encargué unas cuantas semanas atrás a Edge Entertainment España. Aquí les dejo mis apreciaciones.
Notas Generales
República de Roma es un juego de simulación política que busca recrear las luchas de poder que plagaron a Roma durante su periodo republicano (264 a.C. al 44 a.C.). Para ello, cada jugador controla una facción la que a su vez manipula el destino de Roma por medio de senadores, debatiendo leyes, eligiendo cónsules, declarando guerras y repartiéndose beneficios económicos, entre muchas otras cosas.
RoR es un juego bastante denso, de mecánicas lógicas pero sumamente detalladas, por lo que no será del gusto de cualquiera. El manual no hace la tarea mas fácil pues, ademas de extenso, sufre de problemas de orden. Esto se soluciona leyendo algunas de las muchas guías en linea creadas por jugadores, dos de las cuales incluyo al final de esta entrada.
RoR se puede jugar con hasta 6 participantes, e incluye la opción de jugar solo. Si bien es un juego competitivo donde solo habrá un ganador (o ninguno, pues todos pueden perder), cierta medida de cooperación es requerida para que Roma no colapse, lo que se presta para crear una dinámica sumamente interesante, donde en un momento puedes estar asesinando a un senador de una facción enemiga y al siguiente dándole -o vendiéndole- votos para un cargo consular.
Características
RoR utiliza un gran tablero donde se resumen la mayor parte de las reglas y se entregan tablas para los diferentes efectos que dependen del azar. Este es un juego que requiere de bastante espacio, por lo que es buena idea usar una mesa grande, ya que en adición al tablero se tienen cientos de cartas y fichas de todo tipo.
Varias mecánicas de RoR, desde el resultado de un combate a los intentos de persuadir a Senadores, dependen de los dados, lo que otorga cierta impredictibilidad a los eventos. Esto, empero, no invalida la planificación de estrategias complejas (pues las tiradas son influenciadas por varios factores que, con apropiada antelación pueden ser controlados), sino mas bien obliga a los jugadores a realizar sus maniobras con cautela.
Victoria y Derrota
RoR se puede ganar de varias maneras: Controlando a un Senador que sea elegido como Dictador Perpetuo por el Senado; controlando a un Senador que sea automáticamente designado como Dictador Perpetuo debido a su influencia; controlando a un Senador que se declare en rebeldía y conquiste la ciudad de Roma; y controlando un Senador rebelde cuando en paralelo la República colapse por declararse en bancarrota o sufra un alzamiento popular.
Sin embargo, también es posible que todos los jugadores pierdan. Hay tres maneras en que esto puede ocurrir: Si es que Roma colapsa por deudas (sin que haya un Senador rebelde), sufra un alzamiento popular (nuevamente, sin que haya un Senador rebelde) o que al final de cualquier turno la República este combatiendo en 4 o mas guerras de forma simultanea (en este caso no es posible ganar si se es rebelde).
Solo un jugador puede ser declarado victorioso; al mismo tiempo, si todos tiran para su lado lo mas probable es que Roma colapse y todos pierdan. De esta forma, una partida de RoR obliga a los jugadores a colaborar lo suficiente como para mantener la República funcionando, a la vez que se deben aprovechar de ella lo mas que puedan sin demolerla en el proceso.
Facciones y Senadores
Como ya he mencionado, en RoR cada jugador controla una facción (Imperiales, Conservadores, Populistas, Conscriptii, Optimates y Plutócratas). Las facciones en si no tienen diferencias mecánicas, por lo que en términos prácticos es lo mismo jugar con una que con otra; sin embargo, dado que el juego se presta muy bien para el roleo, recomiendo encarecidamente tomarse el papel de cada una e interpretarlo. Así por ejemplo, los Populistas emplean el discurso del "bienestar de la Plebe" para justificar su actuar (aun cuando en realidad todo sea para construirle un nuevo palacio a un senador), mientras que los Optimates ("Los Mejores") insisten en incrementar el poder del Senado y mantenerlo exclusivamente en manos de los aristócratas.
El rol de las facciones es agrupar Senadores; al inicio del juego, cada facción comienza con tres Senadores alineados con ella, y durante el transcurso de la partida irá consiguiendo nuevos por medio de jugar Estadistas (senadores particularmente importantes con habilidades especiales) o persuadiendo Senadores no-alineados (aquellos que están del lado de ninguna facción) o aquellos de otras facciones.
Los Senadores son el centro del juego, pues ellos son quienes hacen funcionar todo. Su principal rol es votar en el Senado; casi todo lo que hace la República debe ser votado, desde reclutar nuevas legiones a promulgar una ley para regalar trigo a los plebeyos (y de paso evitar que se rebelen). Por otra parte, son quienes ostentarán los diferentes cargos, como Cónsul de Roma o Pontifex Maximus (los cuales, claro, también deben ser votados por el Senado), así como las Gobernaciones Provinciales. Dirigirán los ejércitos a la guerra, obtendrán dinero de Concesiones, convencerán a otros Senadores de unirse a su facción (o, en su defecto, intentaran asesinarlos) y un sinnúmero de otras funciones.
Desarrollo del Juego
Una partida de RoR es cosa seria, y difícilmente tardará menos de 5-6 horas en completar (a no ser que todos logren colapsar la República tempranamente, claro). El juego transcurre en turnos, cada uno de los cuales se divide en 7 fases, las que a su vez pueden tener numerosas sub-fases. Un solo turno fácilmente puede durar mas de una hora. Por otra parte, salvo por momentos específicos al inicio de cada turno, todos los jugadores estarán involucrados en las diferentes fases, por lo que siempre habrá maneras de estar participando activamente del juego.
Durante cada turno se desarrollaran siete fases:
1.- Fase de Muerte: Aquí se determina si algún Senador muere por causas naturales, así como ciertos eventos que ocurren al inicio de cada turno, como la activación de una Guerra.
2.- Fase de Ingresos: Tanto Senadores como República reciben dinero de sus diferentes fuentes de ingreso. Es durante esta fase que la República debe también solventar los gastos del Erario Público, como la manutención de tropas o el mal desempeño de una provincia. Si no le alcanza el dinero, todos pierden el juego.
3.- Fase de Foro: Durante esta fase cada jugador toma una iniciativa, tirando dados para ver si ocurre algún evento especial (como sequías, malos augurios o plagas) o roba cartas. También es el momento para tratar de persuadir a otros Senadores, atraer o extorsionar Caballeros (individuos adinerados e influyentes de las castas no-patricias que otorgan dinero y votos a los Senadores) y auspiciar Juegos públicos para calmar a la plebe y de paso hacerse popular.
4.- Fase de la Plebe: Aquí, el Senador de mayor rango que esté en Roma lleva a cabo un discurso a la plebe. Un Senador popular puede calmar los ánimos, mientras que uno impopular puede terminar con un alzamiento en sus manos y hacer que todos pierdan.
5.- Fase de Senado: Esta es la fase mas larga e importante. Aquí ocurren todas las votaciones del juego, partiendo por la elección de cargos públicos y prosiguiendo con declaraciones de guerra, votos de censura, discusiones de leyes y demases. Se dan espacios para influir, vetar, asesinar, sobornar, negociar y cuanta otra cosa se pueda pensar. El correcto uso de esta fase es lo que determinará en gran medida la victoria/derrota, por lo que no hay que escatimar esfuerzos en complotar y planificar. ¿Damos el cargo de Censor al Senador Julio, a cambio de que su facción apoye la candidatura de nuestro Senador Craso para Cónsul de Campo y luego lo apoye en su expedición para combatir la 1ra Guerra Macedónica, pero arriesgándonos a otorgarle demasiado poder? ¿Nos oponemos al nombramiento del Copatrocinador de una Ley Agraria, entendiendo que esto puede hacernos impopulares con la plebe? Las posibilidades son interminables. Durante esta fase también se da espacio para los Juicios, instancias especiales donde se elijen Fiscales y Abogados para sentenciar a un acusado por corrupción o crímenes.
6.- Fase de Combate: Terminada la Fase de Senado, se desarrollan las distintas campañas militares en curso o que hayan sido votadas en el Senado. Las guerras surgen como resultado de cartas públicas, y si no son atendidas pueden causar una serie de problemas. Cada guerra debe ser enfrentada por un ejercito que es asignado a un general (el cual es determinado en función de los cargos de los Senadores); hacerlo es un arma de doble filo, pues por una parte ayudan a mantener a la República segura, pero por otra parte pueden terminar con el Senador muerto o, peor aun, victorioso y ganando enormes cantidades de popularidad e influencia.
7.- Fase de Revueltas: Esta es la instancia en que un Senador (mas no necesariamente toda su facción) se puede declarar rebelde. La rebeldía ocurre cuando un Senador que ha ido a la guerra se niega a devolver control de sus legiones al Senado, llamando a sus soldados leales (o comprando a los no tan leales), dando paso a toda una nueva instancia del juego, donde el Senado debe hacer todo en su poder para enfrentar a este rebelde, puesto que de lo contrario su facción ganará el juego.
Opinión
Maravilloso. Si bien aprenderme las reglas fue un ejercicio extenuante y que a ratos me recordaba a las clases de Derecho Romano, todo valió la pena al momento de jugarlo. Si tuviera que describirlo en términos de otros juegos, diría que es una cruza entre Twilight Imperium y Diplomacy, con toda la enorme variedad de opciones y estrategias del primero y la intensa y traicionera lucha política del segundo.
Durante nuestro primer juego perdimos; estuvimos demasiado tiempo preocupados de nuestros propios intereses, prestando poca atención al conflicto que teníamos con los Cartaginenses. Mandar a un general fue todo un suplicio, pues nadie quería arriesgarse a darle demasiado poder a un mismo Senador y por consiguiente este terminó perdiendo -y muriendo- cuando finalmente lo despachamos. La impopularidad resultante de la derrota, sumada a los pésimos discursos a la plebe emitidos por Senadores impopulares que se repartían cíclicamente el cargo de Cónsul de Roma por interés propio, terminaron por dar un alzamiento generalizando en el quinto turno; un jugador intentó rebelarse cuando caímos en cuenta de a donde nos dirigíamos para así ganar el juego, pero lo asesinaron antes de que esto pasara. En todo caso, si no perdíamos por eso, al turno siguiente la República iba a quedar en bancarrota por nuestra pésima administración.
La partida fue entretenidisima; si bien el primer turno fue algo lento y confuso a medida que todos tratábamos de entender las reglas, a partir del segundo ya hubo suficiente soltura como para comenzar a urdir planes. Se dieron varios golpes maestros inesperados, dejando a todos en la mesa con cara de asombro. Se sufría por la incapacidad de compatibilizar intereses personales con las urgentes necesidades de la República con intensas discusiones y negociaciones cada vez que se debía votar por algo. Aliados se traicionaban en el acto, mientras que Senadores corruptos trataban de enjuiciar a otros igual de corruptos que ellos para propiciar sus planes.
Un excelente juego. Tremendo, complejo y denso, de las cosas mas potentes que he jugado en tablero.
Aquí les adjunto un par de guías muy buenas para entender las reglas. Si bien igual recomiendo leerse el manual base (pues estas guías se saltan algunas cosas), les ayudaran a dar sentido a las mecánicas, ademas de ser muy útiles para entregar a sus jugadores en preparación de la primera partida:
Estoy dudando si comprar el juego o no, en mi grupo le hemos dado al galáctica, juego de tronos y spartacus. Este juego recuerda un poco a todos ellos, aunque me asusta la complejidad de las normas y el excesivo tiempo de la partida (aunque hemos jugado a tronos y descents de 5 horas)
ResponderEliminarSeguiré ojeando reseñans y reglas a ver si salgo de dudas.
¡Hola Snipi!
EliminarEn términos de complejidad de las reglas, te diría que está más o menos a la altura de Galáctica + Expansiones (por la cantidad de subsistemas). Pasa que la mayoría de las reglas en RoR son cosas situacionales, y se puede jugar sin incluirlas todas al inicio. Por ejemplo, si bien el sistema de Juicios es algo enredado, estos solo ocurren bajo condiciones muy específicas y solo si es que algún jugador decide emplearlos.
El manual es cosa seria, es cierto, pero me di cuenta que explicar el juego a terceros es bastante más fácil de lo que aparenta, pues no necesitas contarles todo de una sola vez. El que el tablero incluya recordatorios para casi todo ayuda bastante, también.
Sobre la duración, en efecto es un juego largo, y creo que la razón de esto no es tanto por reglas, sino que por la fase del Senado: Dado que casi todo puede/debe ser sometido a votación, las discusiones y debates ocupan la mayor parte de cada turno, especialmente si los jugadores intentan manipular las votaciones de una y otra manera (que, en definitiva, es el corazón del juego). Se puede acortar sustancialmente el juego si, por ejemplo, se estipula un límite de tiempo para los debates.
Por otra parte, puedes acortarlo jugando solo una Era; el juego incluye tres periodos distintos de la República, cada uno con sus propios mazos de cartas y reglas. En un juego completo pasas por las tres, pero las reglas te dan la opción de elegir menos. Por ejemplo, si solo juegas con la Era I, no incluyes el sistema de Provincias (que agrega un montón de elementos adicionales) y dejas fuera dos de los tres mazos, acortando considerablemente el juego y la cantidad de variables.
Si tienes cualquier duda sobre el juego, gustosamente trataré de ayudarte con ella.